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Monumento

Un lugar con historia
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Historia

El primer asentamiento conocido en Meres, corresponde a la torre circular de defensa (S. XIII - XIV) destruida por orden de los Reyes Católicos. Actualmente se pueden observar únicamente sus restos en la parte posterior del llagar.

La construcción inicial del Palacio de Meres data de la primera mitad del siglo XV. Pedro Argüelles, “el Negro”, fue primer señor de la Casa de Meres y su jurisdicción, Regidor de Oviedo, de Siero y de los puertos de mar del Principado. En relación con este cargo, recibe una carta del Emperador Carlos I de España y V de Alemania para alertar de posibles invasores por la costa. (Archivo de la Casa de Meres).

No es hasta finales del siglo XVI cuando se rehace y se amplía; este dato se pudo constatar al descubrir en el año 1998, durante una de las restauraciones del tejado, uno de los escudos de la Casa en el que figura: "reedificado en 1.590". 

A la Casa de Meres pertenecía el Coto de la Paranza, donde existió una Malatería de la cual tenía su jurisdicción. (S. XVI - S. XIX).

Para conocer la historia de la Capilla de Meres se tienen que fijar tres etapas: La primera Ermita del S. XV dedicada a Santa Ana, de la que se conserva el altar mayor (restaurado en 2023) y la talla principal, actualmente en la parte superior del Retablo Central. La segunda, del año 1585, un siglo después, cuando D. Pedro Argüelles Carrio “El Mozo”, acrecienta el patrimonio familiar y transforma la antigua ermita dedicada a Santa Ana (retablo descubierto en 2021). Desde esta época, obtiene autorización eclesiástica para celebrar en la nueva edificación, como hijuela de la Parroquia de Tiñana, los actos de culto en los días festivos, como continua sucediendo en el presente. Y la tercera y actual, que se vuelve a ampliar a finales del siglo XVII por orden de D. Antonio Quiñones y Valdés, Marqués de la Paranza y Vizconde de las Arenas (Retrato en el Salón Nuevo). En 1.707, el Abad de Arbás, D. Francisco Argüelles, hermano del Marqués, bendecía el nuevo templo que fue dedicado a Nuestra Señora del Amparo (talla de madera situada en el interior de la Hornacina Central).

Desde entonces y hasta ahora, el Palacio celebra cada 15 de Agosto, el Día del Amparo, la festividad de la Virgen, y es motivo de reunión de la familia y el pueblo.

En la actualidad, el Palacio pertenece a los hijos, nietos y biznietos de Dña. Laina Uría Ríu y D. Joaquín Cores Masaveu, descendientes directos de todos los anteriores, siendo la vigesimoprimera generación la que, con las numerosas obras de restauración que se llevan a cabo cada año, devuelve al Palacio el esplendor de antaño.